lunes, 30 de marzo de 2009

PRTXT 9.3

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Domingo:
Lo intenté de mil modos y no he logrado engañarme ni un poquito.
He probado con ignorarme, hacer que no me veo, que no me oigo.

Lunes:
Probé simulando vivir de manera autómata, pero de un modo u otro, la realidad nos invade, y atropellados, abstraerse se vuelve imposible.

Martes:
Por la noche, me mandé a dormir al living y yo decidí dormir cómodamente en mi cama.
Pero a media noche, me desperté despertándome, como un chico de 8 años, pidiendo por favor dormir conmigo, pues allá estaba muy oscuro y los ruidos de la calle, dan miedo.

Jueves:
Simulo que no me gusta el chocolate semi-amargo y como ensaladas de frutas que aborrezco.

Viernes:
Armé un CD con música country y rock sinfónico. Para evitar las nauseas de semejante tortura, huelo un pañuelo de batista con perfume de lavanda o violeta de los alpes.

Sábado:
Me abandoné ayer por la tarde, en una calle del microcentro, sin dinero.
En casa al calor de la estufa no puedo dejar de pensar en mí muerto de frío, esperando por ir a buscarme, pues tengo la dolosa fidelidad como característica de la palabra.

Que sentiré si no voy nunca a buscarme?
Me defraudaré con semejante crueldad?

Y si me digo la verdad, que no quiero verme nunca mas?
Sabré entenderme y me iré?
Adonde?

Eso no importa, debo ser yo y desafectarme de mí.

Demorará la enseñanza, pero mi nuevo yo será el super-hombre que se animó a todo, incluso a echarme.

Domingo:
Aborte el plan, pues no puedo abstraerme de mí, por mas que me inserte en una formula como un dato dado, siempre el resultado es el mismo, despejo y la x= queda esperando por un valor.
Quizás nunca logre ponerle un valor.
Aprendido y asumido esto, esa sed de develar x, se calme.
Quien vence, es vencido.

Lunes de resurrección:
Anoto en mi cuaderno Rivadavia rayado de cien hojas como tarea para siempre (que es nunca):

Vencer mi vanidad (PZ, LP, etc. . .)
Vencer mi gran YO (MB, DJ, etc. . .)
Vencer mi estúpido miedo (FV, MB, CC, LD)
Vencer mi discurso de seducción (¿Pr In?)
Vencer mi fuego incontrolable (ufff)
Vencer mi verborragia (CC, DJ, PV, ML, FV)
Vencerme para triunfar sobre mí, y ser yo. Yo? (CA)



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viernes, 13 de marzo de 2009

PRTXT 9.2

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Me levante sintiéndome un cuenco de fuego.
Hoy es un día perfecto para incendiar la ciudad.

Quiero detonar mil bombas de palabras concentradas, y hacerlas estallar en todas las veredas de ignorantes sueltos.
Los que ignoran viven sueltos.

Pensando, me descubrí como un monstruo que vive envuelto en sangre roja.
Rojo carmín, rojo rubí, rojo odio.

Dos alambres oxidadas de la calle, me sirvieron para atarme las manos, por miedo a lastimar a quien no debo. Para identificarme y que me vean, me pinte la cara de sangre amarilla.
Amarilla felicidad, Amarilla oro, amarilla sol.

Quisiera destruir con rayos de ira el cielo.
Nuevos cielos, nuevas tierras, esperar por un nuevo génesis, sin paraíso, pero sin pecado. Todo es lícito.
Me baño en sangre celeste.
Celeste cielo, celeste ojos, celeste mar.

Hoy viviré el día con la inocencia de mi sangre, mi flujo de energía se abrirá o cerrará, según mis camaleónicas emociones.

Hoy incendiaré las almas de los tibios.
Bendeciré la sarna de los seres egoístas, bendeciré la lepra de los cultores de la muerte aspirable, inyectable y prematura.

Voy subiendo en zancos de deliciosa furia, y puedo sentir como hierve ante la codicia, se pone fría, se hace sangre helada, mi sangre blanca.
Blanco semen, blanco ángel, blanco alma.

Perdido, mis ojos son volcanes de ansia sin escala, voy evaporando la distancia entre el silencio del saciado, con el silencio del que no tiene nada.
Perdido en esta ciudad sin sangre, hago y me expongo a una transfusión de entrega total, le doy mi sangre violeta.
Violeta aura, violeta Jacaranda, violeta amatista.

Una cinta lenta me arrastra por Av. Alvear, y la ciudad parece muerta, la sangre se pone espesa. Dibujo arboles, y mis dibujos son este cuaderno a rayas, donde mi vida es trapecista de mil deseos, clamores de mis letras enanas.
Voy haciendo equilibrio sobre un fuentón de sangre naranja.
Naranja fuego, naranja lava, naranja ámbar.

Se balancea en mis pestañas grandes, una gota de lluvia vieja, olvidada en algún árbol.
Mi sangre se ha puesto liviana, pienso en la luz de la B y la M, mi sangre verde danza.
Verde esmeralda, Verde árbol, Verde savia



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viernes, 6 de marzo de 2009

PRTXT 9.1

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El domingo no termina de amanecer.
Apenas 15 centímetros me separan de la realidad que pasea por la calle.
La ventana se apiada de nosotros, no teniendo autonomía de acción, mantiene la boca de la vida cerrada.
El silencio de la casa anula la gravedad de los objetos, y yo floto al caminar, sin sentir mi cuerpo. Como si estuviera dando mis primeros pasos.

De algún modo soy otro, cada día amanecemos siendo otros, o quizás solo sea haberme despertado con el gusto a las muertes chiquitas.

Doy dos pasos y debo meditar el tercero, hay un desgano sano, como una bruma mágica que me envuelve los ojos.
Miro por la ventana y gracias a Dios, el cielo esta ausente, una crema gris y desprolija ocupó su lugar.
Llueve.
De un modo u otro la ciudad se ausenta cuando por sus calles, vaga como una vieja harapienta la “desaparición”.
El mundo se mudo de tiempo.
Hoy, vos y yo estamos solos, el paradigma lo inventamos nosotros. El contexto, se escribe sin texto, con gestos, en silencio, sin voz, con vos.
Necesito el olor a café recién hecho.

Tomo dos tazas blancas, las apoyo y están manchadas, mi mano izquierda está colmada de color Rojo.
Tomo el recipiente del café, y el destello de su inoxidable expresión me astilla la mirada, me repongo y lo apoyo. Esta manchado, mi mano derecha esta colmada de color Azul.

Me siento a ver la lluvia, mientras el vapor del café asciende, la casa es una sinfonía de intensos olores a desayuno.
Hay colores primarios, colores sobrios, colores desaturados, colores vivos, colores Santos.
“dulce es este vientosopla en mi corazón”

Sentado, me miro las manos y sonrío.
Tu Vos en mí destiñe


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lunes, 2 de marzo de 2009

PRTXT 9.0

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Roberto Arlt decía que escribir es arrojarse a los perros.
Hay viernes que desearía enviar mis pinturas y no escribir nada.
Esto me serviría a bajar el impacto que muchas veces esas manchas me provocan, y me desconciertan.
No hay azar aunque parezca.
Me doy cuanta que controlo mis garabatos, el tamaño de las manchas, la intensidad de los colores cuando aparecen, la oscuridad del negro.
Puedo manipular el agua, de que modo invade la tinta china y hago aparecer seres irreconocibles, un paisaje inventado, una realidad artusiana, la ciudad de mis fantasmas.

Pero escribir me enlaza a ustedes, y es el modo más dinámicamente eficaz de llegar.
Escribo para mí y no para ustedes. Escribo para ustedes aunque hable de mí.
Hablar de alguno de ustedes, para hablar de mí.

Egocentrismo de letras, uno siempre quiere ser aprobado, aunque no me tome la molestia de escuchar, aunque me de vergüenza un halago, aunque de cierto placer ser por momentos tan encriptado.


Somos cómplices, quiero que lo sepan. Explicita o implícitamente.
Esto no es ni bueno ni malo, simplemente es, y hay un contrato tácito de tolerancia, aunque mi mayor anhelo es incumplirlo constantemente.

Yo escribo por que si no lo hago, me muero. Ustedes me leen, porque se les antoja.
Aunque con cada texto me muero un poco, y ustedes con cada antojo satisfecho se van consumiendo el deseo. Después de todo, como dice Clarice Lispector “la vida es mortal”



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