viernes, 24 de abril de 2009

PRTXT 9.7

.



El sol todavía no desaparece; nos espera en la galería, donde todos los martes me esperas, religiosamente a las 17hs.
Compartimos, té. . .silencios. . .la brisa del otoño. . .tus ojos profundos donde se espeja toda la arboleda que nos separa del mundo. . ..
Hay una quietud de espera en tu mirada, que espanta al viento.

Te miro y despacio me acerco, Té para dos y scones caseros.

No hay palabras, la realidad se sujeta del sonido del agua que le insufla vida a la taza blanca.

Desde las ventanas abiertas suena Suede con una canción que me empuja a vos “Oceans”. Las cortinas de lino blanco conmocionadas por la belleza de las melodías bailan seduciendo al viento.
Dentro de la casa, un enjambre de reflejos de infinitos colores, tejen miles de telarañas que retienen cada palabra que te dije, cuando me pedías letras de fuego.

Cuna sin sueño, nos contiene un pasado nuevo, que se aleja a medida avanzamos.
En camino, voy abriendo puertas, Ariadna de mi nuevo laberinto, voy saliendo como puedo. Voy entrando sin miedo. Decido quedarme con vos dentro.

Astillo el mudo mundo de este instante supremo:

-Este año, los azares tienen mas ganas de vivir –te digo- como empeñados en consentirte.

Simulo un acto siamés reflejo, la cercanía nos hace casi uno.

En llagas, sin ropa, abrazada solo con tu manta de vicuña, me sorprendes y haces de la merienda un viaje con rumbo incierto.

Le das la espalda al sol.
Yo juego a encandilarme y a no verlo, según el tica-tac de tu cuerpo.

Tu cuerpo es una plaza de juegos, toboganes con miradas, subibaja de tus ojos ciegos, ahora grandes y tersos.

Los árboles son testigos de tu olvido por el té, culpa del deseo de los cielos.

Cuando ya no hay sol, cuando respiro siguiendo el ritmo de tu corazón en mi pecho, nos abraza tu manta, impecable encubridor de este impuro deseo.

Somos ingratos filmadores del destino, que solo nos da toma única, sin cortes, sin nuevas tomas, sin posibilidad de rewind del tiempo.
No hay posibilidad de diseñar, ordenar y compaginar las películas de desangelados a destiempo.

Con la misma ansiedad, con la que te clame quebrar la “espera”, me preguntas por la palabra que escribí en tu mano con mi dedo, la primera vez que la galería se hizo templo, cuando no conocía ningún arenero de tu vos.

-Lo que somos-te digo- lo que es esto.

Buscas con tu boca dentro de la mía a ver si encontrás develar el misterio.
Salís y me miras pidiendo que lo diga.
Lo digo y gracias a vos rompo el espejo:


-Placebo.



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario